El placer más intenso

"-El tantra, el yoga sexual o la karezza son algunas técnicas que exploran los seguidores del sexo lento, convencidos de que el ritmo diario puede marcarse, lenta y gozosamente, desde la noche anterior.

Carl Honoré, autor de Elogio de la Lentitud, ha explorado la aplicación del tempo giusto a las esferas más placenteras de la vida. A Carl Honoré, teórico y practicante de tantra, la desaceleración sexual le llegó de forma natural. “Cuando uno se plantea los días a otro ritmo, los momentos se saborean de una manera mucho más intensa, y lo mismo ocurre con los placeres sensuales”. El sexo deja de ser rutina para convertirse en rito: el arte de la caricia, el masaje sensual, la respiración compartida, el susurro insinuante, el fuego de la mirada, el beso sublime… los preámbulos se alargan… El placer se da en el proceso, en esa fusión prolongada que llevará plácidamente hasta el éxtasis.

El “sexo lento” requiere tiempo y piel, aunque la sensación más gozosa es la de estar por encima del tiempo, por debajo de la piel.

La práctica de la “karezza”

El no va más del “sexo lento” es la técnica de la karezza (caricia, en italiano). En la karezza los amantes adoptan la posición yab-yum, la mujer se sienta sobre el regazo del hombre y le rodea con sus piernas y sus brazos en un cálido abrazo-coito…

“La idea es que no exista ningún movimiento corporal para inducir el orgasmo”, dice el orientalista Alan Watts. “la meta es la interpenetración de las energías sexuales, de modo que se cree un canal de continuo intercambio entre los amantes.” Estos despiertan a una dimensión insospechada y trascendente del sexo, ligada a la meditación, el yoga y otras técnicas para la conexión del cuerpo, la mente y el espíritu.

“Si puedes ser meditativo en el sexo, alcanzarás lo supremo”, escribe Osho. “¡Sé como un árbol! Sopla un fuerte viento… el sexo es un viento poderoso, una energía fluyendo a través de ti. ¡Estremécete! ¡Vibra! Deja que cada célula de tu cuerpo dance.-"